मंत्रMANTRASमंत्र

El término "mantra" proviene de las raíces sánscritas man (pensar) y tra (liberación o protección), por lo que su significado puede interpretarse como "instrumento de la mente" o "sonido que libera".

KRISHNA DAS

Cuando cantamos el Nombre Divino (mantras) durante varias horas, estamos dejando ir nuestras historias y ofreciéndonos al momento una y otra vez. Cantar es una forma de profundizar el momento, de profundizar nuestra conexión con nosotros mismos, con el mundo que nos rodea y con otros seres. Los cantos en sánscrito que cantamos, reconocidos durante milenios como los nombres de Dios, provienen de un lugar profundo dentro de cada uno de nosotros, de modo que tienen el poder de atraernos de vuelta hacia nuestro interior. Si vamos lo suficientemente profundo, todos llegaremos al mismo lugar, nuestro ser más profundo.

Esta fue una práctica que empecé a sostener casi sin darme cuenta. Estaba atravesando un momento muy difícil y realmente sentía que ya no tenía a qué aferrarme. Todo aquello que me daba un sentido de pertenencia o seguridad había desaparecido casi de la noche a la mañana. La vida me obligó, o empujo, a encontrarme a mí misma, a crear un refugio y un espacio interior donde pude empezar a encontrar ese sostén que tanto buscaba y necesitaba.
Sin saber muy bien lo que estaba haciendo y siguiendo las indicaciones de Krishna Das, a quien escuchaba todos los días, me sentaba en posición de loto, con las piernas cruzadas, cerraba los ojos, ponía play a alguno de sus mantras e intentaba llevar mi atención hacia eso que escuchaba. Nada más.
Cada vez que mi mente se perdía en alguno de los relatos que me contaba, volvía a poner mi atención en el mantra. Al principio solo aguantaba unos minutos que con el tiempo se fueron transformando en horas y paso de ser un momento de mucha resistencia a  mi ritual preferido del día.

Cuando escuchamos mantras, si puedo explicarlo en mi propio idioma e interpretación básica y occidental, estamos sintonizando con una frecuencia, un estado de presencia que trasciende todos nuestros pensamientos, miedos, juicios y nuestra identidad.

Los mantras nos ayudan a allanar el camino de regreso a ese refugio, a ese estado de conciencia interior donde todo está bien, donde no tenemos que probarle nada a nadie, ni siquiera a nosotrxs mismxs.
Ese pasaje o camino puede ser muy incómodo a veces, y es que todo lo que te separa de ese refugio, en cierta manera, empieza a ser revelado.


La realidad es que estamos demasiado acostumbradxs a creernos todo lo que pensamos, sin siquiera cuestionarlo, y eso es lo que empieza a incomodar, o puede incomodar, cuando los mantras se convierten en una práctica.
Cada vez que te sentás y ponés la atención en eso que estás escuchando, en los nombres divinos que repetís sin saber muy bien de qué se tratan, todos esos pensamientos o voces empiezan a quedar un poco más en evidencia. Por un lado, podés empezar a sentir cierta calma, cierta presencia, y por otro, unas ganas tremendas de salir corriendo. Bueno, eso, para mí, es meditar. Así se siente al principio.

Con el tiempo, vas aprendiendo a no prestarle tanta atención a esos pensamientos y, después de mucha práctica, ya casi ni tienen poder sobre vos. Es realmente increíble.

Cada mantra puede ayudarnos a sintonizar con diferentes frecuencias y trabajar con ciertas resistencias o limitaciones también. No es magia, aunque un poco sí lo es; es una ciencia milenaria con la que podés resonar, o no. No lo fuerces, no te obligues, dejá que tu intuición te guíe y te diga si es para vos o no. Podés probar con diferentes mantras. Para mí, hay momentos en los que hay ciertos mantras que no puedo ni escuchar y otros que me ayudan más. Aunque en el fondo, todos apuntan a lo mismo: nuestra verdad. Eso que somos más allá de que lo creemos que somos. 

Comenzá a tu tiempo; podés escucharlos mientras lavas los platos, de fondo mientras trabajás, cuando viajás en el colectivo. No intentes hacerlo como una práctica automática. Date tiempo, confiá en tus tiempos. Recordá que el único propósito es ayudarte a recordar que todas las respuestas están dentro tuyo, así que solo vos sabés si esta práctica te suma o no. Espero que sí, espero que te ayude tanto como a mí

GANESH

Este es el mantra que escuchaste (si fuiste parte) en el primer encuentro en vivo de ALGO NUEVO.
Ganesh representa los inicios, los comienzos. Es una deidad que se invoca cuando queremos abrir nuevos caminos, tanto interiores como exteriores también.
Él es el guardián, el protector que nos ayuda a remover los obstáculos, las limitaciones que no nos permiten avanzar en la vida.

Ganesh es un estado de conciencia interior.
Cuando invocás esa frecuencia, estás trayendo conciencia a esa parte de vos mismx que busca iniciar, dar ese paso que tanto cuesta, y sobre todo, hacerlo con la confianza y la certeza de que podés avanzar en lo que sea que te propongas —siempre y cuando ese deseo esté alineado a tu corazón, y no al ego.

Ganesh te ayuda a abrir, a remover, a avanzar y a confiar en tu capacidad de abrirte paso y allanar el camino de regreso a vos